El proyecto será complementado con la construcción de una peatonal que permitirá la interconexión de la Torre Financiera con la nueva línea del Metro, a fin de facilitar la movilización en el área. Además, se conectará subterráneamente con el Hospital Santo Tomás.Urbanistas coinciden en que el Gobierno debe contar de antemano con una solución urbana, pues en el área se movilizarán unos 9 mil trabajadores y cuatro mil autos, más los que utilizan el edificio hospitalario contiguo que tendrá un impacto en el tráfico.
El MEF -que lidera este ambicioso proyecto- inició un período de consultas a grupos ligados con la construcción como la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) y la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC). Precisamente, la SPIA recomendó no derribar ese edificio histórico y, en su lugar, aconsejó edificar un museo.
Al ser consultado sobre el “valor histórico” del edificio, el ministro Vallarino recalcó que existen jóvenes –abogados y universitarios- que quieren entrarle a mazazos a este edificio por razones nacionalistas y descartó la propuesta de la SPIA. “Si alguien le da 15 millones de dólares al fisco, no lo derribamos”, dijo el funcionario, en clara alusión a que no hay marcha atrás. Precisamente, 15 millones de dólares costaron los terrenos en Clayton que el Gobierno le cedió a la Embajada de Estados Unidos.Facilidades.
El edificio tendrá entre sus facilidades capacidad para 9 mil colaboradores y 4 mil estacionamientos, que estarán distribuidos a lo largo de 12 plantas, dos de las cuales serán soterradas. Además, tendrá dos salones de conferencias para el Estado y dos pisos para restaurantes, similares a los que tiene hoy Albrook Mall.
El borrador del diseño conceptual de este proyecto costó 300 mil dólares y fue obra de la firma de arquitectos Skidmore, Owings & Merril (SOM), que precisamente diseñó la torre Burj Khalifa (anteriormente Burj Dubái), el edificio considerado el más alto del mundo.