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La eurozona ya planea la salida griega

Por primera vez, la UE confirmó que se prepara para que Atenas abandone la moneda común; desconcierto por un supuesto referéndum.


BRUSELAS.- Por primera vez desde que hace tres años estalló la crisis griega , la Unión Europea (UE) reconoció ayer lo que hasta hace poco era un escenario impensado : la posibilidad de que Grecia, acosada por las deudas, el ajuste, la recesión y el malestar social, deje de usar el euro , moneda que adoptó en 2002.

Un alto funcionario europeo confirmó ayer que el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE) trabajan en un plan de contingencia ante una salida de Atenas de la eurozona, un escenario que Bruselas había descartado insistentemente durante el último año.

"Hace un año y medio pudo haber peligro de un efecto dominó", dijo el comisario de comercio de la UE Karel de Gucht, en una entrevista publicada ayer en el diario belga De Standaard. "Pero hoy hay equipos, tanto en el BCE como en la CE, que están trabajando en escenarios de emergencia por si Grecia no consigue permanecer en la eurozona", indicó.

Las sorpresivas declaraciones de De Gucht le imprimieron un mayor dramatismo a la crisis, que llevó a los mercados de Europa a cerrar en rojo -con excepción de España-, ante el temor de que una salida de Grecia de la eurozona genere una ola de contagio que se trague a economías más grandes, como la española.

"Estamos al final de la partida y no sé cómo terminará (...) Grecia debe poner en marcha los acuerdos concluidos, es la única opción racional que tiene el país", disparó De Gucht, y opinó: "Una salida de Grecia de la eurozona no implica el fin del euro".

Las palabras del comisario europeo se conocieron en una jornada de extrema incertidumbre y de un desordenado ida y vuelta de impactantes declaraciones y rápidas desmentidas.

Las declaraciones de De Gucht fueron protagonistas de esa confusión. Una fuente cercana al comisario europeo las confirmó, aunque trató de quitarles gravedad al decir que el funcionario había querido explicar que las instituciones de la UE no se habían quedado cruzadas de brazos en los últimos dos años y que ahora estaban mejor preparadas para enfrentar un escenario atemorizante.

El BCE, en tanto, prefirió no comentar los dichos de De Gucht y advirtió que no especularía en torno a una posible salida de Grecia de la zona euro. "No nos comprometemos en especulaciones sobre planes de contingencia o escenarios posibles, y por lo tanto, no comentamos las declaraciones de De Gucht", dijo un vocero del BCE.

Por su parte, la CE fue la única que desmintió las explosivas declaraciones de De Gucht y aseguró no estar estudiando escenarios de emergencia. "La CE niega firmemente estar trabajando en un escenario de salida de Grecia. La Comisión quiere que Grecia siga en la zona euro", dijo Oliver Bailly, vocero del organismo.Desde Washington, donde participa de la cumbre del G-8 (ver Pág. 5), el presidente de la CE, el José Manuel Durão Barroso, ratificó que no hay "plan B" para Grecia.

Sin embargo, el poderoso Ministerio de Hacienda alemán no se molestó en desmentir esos planes y pareció confirmarlos. Al ser consultado sobre el caso de que Grecia abandone el euro, su vocero respondió: "El gobierno alemán tiene la responsabilidad ante sus ciudadanos de estar preparado para cualquier eventualidad".

La confusión no terminó allí. El gobierno alemán y el griego protagonizaron un cruce de declaraciones que desconcertó al bloque cuando terminaba el día. Por la tarde, Dimitris Tsodrias, vocero del gobierno provisional griego, anunció que la canciller Angela Merkel había reclamado al presidente Karolos Papoulias que convocara a un referéndum para que los griegos decidieran si su país debe o no seguir usando el euro.

Después de los comicios del 6 de mayo, y ante tres intentos infructuosos de formar gobierno, Grecia celebrará nuevas elecciones generales el 17 de junio. Una victoria de la extrema izquierda contraria al rescate aumentaría las chances de que el país saliera de la eurozona.

De acuerdo con Atenas, Merkel quiere que el referéndum sea también ese día, lo que transformaría ese sufragio en una estrategia para evitar la salida del país o acaso un plan para acelerar su huida.

Sin embargo, la cancillería alemana desmintió inmediatamente el pedido de Merkel. En noviembre pasado, Giorgios Papandreu renunció como primer ministro griego, luego de que su idea de realizar una consulta popular acerca de las medidas de austeridad para Grecia fuera rechazada enfáticamente por los líderes de la UE, con Merkel a la cabeza.

Fuentes: Agencias AFP, AP, EFE y Reuter.