Esta medida, adoptada mediante un decreto, afecta además de a españoles, argentinos, brasileños, chilenos y uruguayos, a los nacionales de Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, EEUU, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Japón, Noruega, República Checa, Suiza y Singapur.
Para el Gobierno de Panamá, se trata de "países que mantienen relaciones amistosas, profesionales, económicas y de inversión" con esta nación centroamericana, según el decreto.
Para acceder a la residencia permanente a través de esta nueva normativa, los inmigrantes tendrán que demostrar que su finalidad es ejercer una "actividad económica o profesional" específica en Panamá, así como una prueba de solvencia económica y carecer de antecedentes penales en el país de origen o de residencia.
"Se trata de algo que veníamos hablando desde hace meses con el Gobierno panameño y a lo que finalmente han accedido", declaró a Efe el embajador español, Jesús Silva Fernández, quien hoy llamó al canciller Roberto Henríquez para agradecerle la medida.
El diplomático recordó que el año pasado, durante una visita oficial a España, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, había prometido a los inversores españoles facilitar los requisitos migratorios para ayudarles a operar en Panamá.
Una de las quejas más frecuentes de los empresarios españoles que trabajan en Panamá es la dificultad de traer del exterior personal cualificado con el que trabajar, debido a la escasez de mano de obra cualificada en muchos de los sectores económicos en Panamá.
A eso se suma la ley que les obliga a contratar a nueve trabajadores panameños por cada extranjero que emplean.
Panamá, un país que experimenta un gran auge económico especialmente en los sectores de las infraestructuras y la construcción, es un objetivo codiciado por las empresas españolas, que debido a la crisis interna se han visto obligadas a buscar en el exterior fuentes de negocio.
Según el gobierno, Panamá alcanzará el 10 por ciento de incremento en su producto interno bruto (PIB).
Actualmente en Panamá operan grandes constructoras como Sacyr-Vallehermoso (ampliación del Canal), Fomento de Construcciones y Contratas (construcción del Metro) o ACS (hidroeléctricas), pero también empresas medianas y pequeñas que abarcan todo tipo de sectores y que suman ya unas 200.
Fuente: ABC España