LISBOA. Para reforzar el sistema financiero luso, de acuerdo con una normativa oficial publicada ayer, los directivos de los bancos que pidan ayuda al Estado portugués verán reducidos sus salarios en un 50%.
Las remuneraciones de los consejos de administración y de los ejecutivos de los bancos asistidos tampoco podrán superar los salarios medios vigentes en las instituciones crediticias estatales. El recorte se aplicará también a los bonos y premios.
Además, si la entrada de capital público en los bancos se hace a través de adquisición de acciones, el Estado las comprará con un descuento del 35% en relación con el valor medio de los títulos durante el último mes. Si la ayuda se hace por inyecciones de liquidez, pagarán un interés del 7 al 9,3%, que subirá en 25 puntos base anuales durante los dos primeros años que el banco mantenga los fondos públicos.
Asimismo, los bancos afectados deberán presentar un plan que demuestre la necesidad de los fondos públicos y una estrategia para sanear la entidad. El rescate internacional de 78.000 millones de euros que obtuvo Portugal incluía 12.000 millones para ayudar a la banca; hasta ahora no había sido necesario usarlos. Pero los nuevos ratios de solvencia financiera obligarán pronto a algunos bancos a recurrir a esas ayudas.
Fuente: EFE
Fuente: EFE